sábado, 18 de mayo de 2024 00:13h.

Artículo de Aquilino Vicente

SIRVIENDO EN BADAJOZ

En este artículo Aquilino nos relata, entre otras cosas, como en fechas cercanas al día del Cristo se repetía cada año la llegada de “las chicas de servir” de Badajoz, entre las cuales, posiblemente estuvieran Miguela Morgado Vicente y Constantina Cedillo Guillen, que por aquellas fechas trabajaban en Badajoz y al menos una de ellas, presumiblemente Miguela,  en casa de Don Bonifacio Gil García. Y ¿quién era este señor?. Pues posiblemente el mejor o uno de los mejores folkloristas y musicólogos de Extremadura, quien escribió Cancioneros Populares de Extremadura, un auténtico tesoro para nuestro folklore y para el que, de manera puntual, recogería de viva voz de nuestras paisanas Miguela y Constantina un buen número de canciones. Un nuevo aspecto curioso e interesante de la historia de nuestro pueblo y de nuestra gente que Aquilino recopila para todos nosotros. 

Cancionero Popular de Extremadura. (Bonifacio Gil)
Cancionero Popular de Extremadura. (Bonifacio Gil)

“Vida local”: El día diez de este mes, a las siete y media de la mañana, llegó el coche de la empresa Magro, que traía gran número de chicas del pueblo, que están sirviendo en Badajoz. El hecho que constituye todos los años la nota simpática de un acontecimiento popular, ha revestido en esta ocasión, los mismos caracteres de júbilo y alborozo que otras veces. Las muchachas que no podían disimular su contento, entraban cantando alegremente hasta la plaza. Vienen a pasar las tradicionales fiestas del Cristo, entre los suyos, para saturarse del ambiente de esos días y para saturarse de los aires de la tierra. Que sean bienvenidas y que el Santísimo Cristo las proteja y las defienda de los peligros que amenazan a la juventud en estos tiempos.

Este texto tomado de una Hoja Parroquial, distribuida en Santiago de Carbajo, ahora de Alcántara, con fecha de 15 de Agosto de 1947, el número 1 de la misma. Nos relata, como hemos comprobado, entre otras cosas, la llegada de “las chicas de servir” de Badajoz. Posiblemente entre ellas estuvieran Miguela Morgado Vicente y Constantina Cedillo Guillen, que por aquellas fechas trabajaban en Badajoz y al menos una de ellas, presumiblemente Miguela,  en casa de Don Bonifacio Gil García. Y ¿quién era este señor?. Pues posiblemente el mejor o uno de los mejores folkloristas y musicólogo de Extremadura. Este riojano, que a lo largo de sus sesenta y seis años de vida, nos dejó una obra que “con toda justicia puede ser calificada de impagable, no solo por lo que significó en su momento, sino por la virtualidad y actualidad que aún atesora. Asombra comprobar la enorme fecundidad y aprovechamiento, que Bonifacio Gil supo sacar a su no demasiada larga vida”.
Bonifacio Gil, saca el número uno, en las oposiciones celebradas en 1923, a Músico Militar del Ejército. Y su destino forzoso es Badajoz, donde permaneció desde 1924 hasta 1947, año en que se traslada a Madrid, ciudad en la que viviría hasta su muerte. Esos 23 años que estuvo en Extremadura, Bonifacio Gil los empleó en recoger el folklore extremeño, que vertió en sus Cancioneros Populares de Extremadura, cuyo primer tomo se publicó en 1931 y el segundo en torno a 1956, auténticos tesoros para nuestro folklore.
Bonifacio Gil recogería de viva voz, de nuestras paisanas Miguela y Constantina un buen número de canciones, a veces, como dice el mismo en su introducción al primer cancionero: “¡Cuantas veces recurrí a la transcripción por sorpresa “ para buscar la mayor fidelidad de las letras.”  Serían esos momentos, en los que ellas, limpiando o fregando, cantarían esas canciones que habrían aprendido en nuestro pueblo, en Santiago. En la misma introducción nos habla que realizó excursiones a distintos pueblos de Badajoz …y “a Alcuéscar, Santiago de Carbajo, Torrejoncillo, Hervás, Baños de Montemayor y varios más de Cáceres.” Así que Bonifacio Gil estuvo en nuestro pueblo recopilando canciones, amén de las dictadas por Miguela y Constantina en Badajoz.
En la introducción a su segundo tomo del Cancionero, Bonifacio Gil, nos dice: “ He procurado consultar a las personas de mayor edad (propósito de todo folklorista) y entre ellas a las mujeres. Éstas, y más aún si son de modesta posición, salvo excepciones, conservan más viva la tradición que los hombres ( descontando los cantos por ellos usados) y ofrecen mayor oportunidad para ser requeridas”. Sin lugar  a dudas entre ellas estarían Miguela y Constantina, aunque sus edades estarían entre los 20 y 30 años. De ellas he conseguido poca información, pues los archivos parroquiales los han trasladado a Cáceres. Sólo Inés Hormigo me comentó que Miguela Morgado se casó con uno de Carbajo, del tío Remigio.
La labor de estas mujeres es encomiable, pues Miguela “dictó” entre canciones y romances cuarenta y cinco, y Constantina ocho; es lo que atribuye Bonifacio a estas dos mujeres en sus dos tomos de su Cancionero Popular de Extremadura.
Bonifacio Gil hace notar en la introducción: “ La r también reemplaza a la l: cormiyo, dergadina, barbina según se oye en Santiago de Carbajo (Cáceres).”
Las aportaciones de Miguela y Constantina, son numerosas en el Cancionero, las de Miguela aparecen en unas cuarenta y cinco páginas y las de Constantina en ocho o más páginas. Muchas de ellas recuerdo haberlas oído en Santiago en los carnavales, en la recogida de las aceitunas en la sierra, en la romería de Santa Marina a Carbajo, en las labores del campo, en las eras y en las herrerías; antes se cantaba mucho más que ahora, nadie sentía vergüenza de ello y muchas  cantaban muy bien. Varios romances, de los llamados de ciegos, figuran como recopilados en Santiago de Carbajo. Y es que los ciegos recorrían toda la región, iban por todos los pueblos, cantando sus romances de raíces populares, de temas truculentos o sucesos insólitos, la vida de santos o milagros prodigiosos,  mendigando y vendiendo los llamados pliegos de cordel.
Pues estas han sido las colaboraciones a nuestro rico patrimonio folklórico de nuestras paisanas, lástima que sepamos tan poco de ellas.
Todos los datos vertidos en este artículo, los he tomado de los dos tomos de Cancionero Popular de Extremadura de Bonifacio Gil de la Colección Raíces y de la mencionada Hoja Parroquial.

Aquilino Vicente Vicente